La diferencia principal es que los tratamientos regenerativos actúan para reparar el tejido, mientras que los corticoides solo reducen el dolor y la inflamación temporalmente, pero no curan.
Por ejemplo, el plasma rico en factores de crecimiento (Endoret®) estimula las células del tejido lesionado para regenerarse de forma natural.
En cambio, los corticoides pueden debilitar el cartílago si se usan repetidamente. Por eso, en lesiones crónicas o de desgaste, la medicina regenerativa es una opción más moderna, efectiva y segura a medio y largo plazo.