Sí, en la consulta inicial se realiza una ecografía musculoesquelética (MSK) para valorar el estado real del tejido, detectar inflamación, rupturas, desgaste o bursitis.
Gracias a esta técnica podemos personalizar el tratamiento y aplicar la infiltración de forma ecoguiada, precisa y segura, directamente donde se necesita.
Además, nos permite hacer seguimiento y ver cómo mejora la estructura con el paso de las semanas.